sábado, 29 de noviembre de 2014

Comunicado I



Lamento decirte que estoy contaminada. Que las ansias de mis poros todavía quieren tus dedos pero que quizás, después de darte la noticia, solo el silencio pesado como la siesta acabe por vestirme. Pero la angustia de tu ausencia es más perceptible en los horarios claves, muy de mañana o muy de noche, muy temprano o muy tarde, en los límites de las agujas del tiempo convencional, ese tiempo de relojes.

Lamento decirte, oh hermano mío, que falté a los dogmas. Que soy hereje. Que no basta flagelo para ajusticiarme. Que las lecciones que no se incorporan desde el vamos, ya no se incorporan después. Lamento mucho y quizás hasta se me escapen lágrimas al presentar este primer comunicado a la opinión pública.

Me corrijo en sollozos suplicando tu mirada, tras aceptar que he preferido el símbolo a la formula, que he optado por lo ambiguo a lo concreto. Me siendo culpable de confesar que nado en gozo con parajes que te son mundanos. Que mi gozo es profundo como tu mirada, y prolongado como tus palabras. Pero mi placer extremo desconoce tus fórmulas, se desentiende de tus rituales y crea otros. Ahh querido amigo, hay males con los que uno nace y no hay escuela ni correccional que te los elimine.

Lamento decirte que al final de este laberinto de años, no logré desprenderme de las malaventuranzas con las que cargo desde siempre. Lamento decir que mucho intenté y mucho aprendí, pero que bastó un objeto, algo pequeño y minúsculo de mi pasado, para volver sobre todo el camino andado.
Lamento decirte querido ser racional, parsimonioso,  penetrador, absorbente y puro, que salí del laberinto y volví a entrar.

Gracias por todas tus formulas, tu epistemología. Te las dejé tal como me las entregaste, en el casillero del primer día. Al entrar a la cárcel nos dan un número y un uniforme. Al salir de esta, corresponde devolver las cosas prestadas. Gracias por recordarme que al final de todo camino, simplemente devolvemos lo aprendido para vestirnos como verdaderamente somos. Te escribo un mail cuando vuelva a casa, así tal vez me explique mejor. Que te sea leve.

viernes, 22 de agosto de 2014

Palabras

Como determinar si tu cuerpo es literatura, si tus palabras son literatura, si tus faltas de ortografía pese a la literatura, me resultan irrelevantes? Como hacer de este juego de manos y cuerpos, parte de un repertorio literario? Transformar la contingencia de nuestro vinculo en algo más respetable y digno que los últimos best sellers que acumulamos en nuestras furtivas experiencias carnales. Como hacer de vos una obra póstuma? Si el cuerpo es un eterno discurso, pese a sus cambios, como hacer de mis letras, tatuajes para tus surcos.

Difícilmente las palabras son tan eficientes. Difícilmente ellas logran el resultado favorable: hundirnos en el cuerpo ajeno, magullar la piel que no nos es propia. No entiendo por qué insistimos tanto con ellas. No entiendo que resultado fehaciente hizo de mi, alguien entendido con las letras, pero alumna irregular del discurso con los cuerpos. Nos vestimos todo el tiempo de palabras, pero pocas veces tuve éxito en la contienda de desvestir personas con palabras. Tal vez por eso me hundo en estilos, en formas elegantes y políticamente correctas de escribir las cosas: Aprende a escribir una gacetilla comercial para la prensa local, aprende a escribir en académico, aprende a escribir en otros idiomas, aprende a escribir literatura, prosa, verso, poesía, aprende a escribir ensayo, aprende a escribir en celular, aprende a escribir con la mano más torpe, aprende a escribir para revista de modas, aprende la palabra del sacerdote, del ateo, las palabras del conservador, del liberal, del progresista. Usa todos los acentos, diferencia las eses de las ces… Aprende todos los discursos, todas las cosas, todas las formas, creyendo safar asì de los discursos sin palabras

Pero las palabras no mienten, dicen  que..