domingo, 19 de junio de 2016

Re pre sio nes

La represión                      Como voz
                                          Como mandato
                                          Como tradición oral

La represión                      Como vista
                                          Como campo ocupado
                                          Como campo minado

La represión                      Oral
                                           Física

                                         Como idea
                                         Como golpe

Debajo de toda represión abstracta
          hay una represión física
                    escondida
                        debajo

Gris

No fue el mar lo que más me gustó de vos. Fue tu cemento. Y fue el atardecer en tu semento. Amamos lo que conocemos y repetimos lo que conocemos en lugares nuevos. Mi ciudad es de cemento. Y amo tu cemento porque lo busco con devoción.

Otro clásico griego

Imagino a las princesas de pelo corto que suenhan con dejárselo crecer. Que se esfuerzan por no mirar las tijeras, que omiten la idea de consolidar su feminidad a través de la cabellera. Las imagino despertando a media noche y rapándose, luego de cuatro meses de esfuerzo y ansiedad contenida. Imagino también los dedos ansiosos de esos amigos picando la superficie rocosa de su batalla perdida. Los veo lamiendo el espejo después de tres meses, desesperados y con amplia devoción. Imagino también a otros ninhos dispersos, proyectando sus ojos y atención  hacia otros escenarios, reprobando pruebas de matématicas, ciencias y humanidades, perdiendo tiempo en el esfuerzo inutil (para ellos) de la concentración. Imagino sin miedo ese pasto verde que quiere prosperar y no puede. Que lo cortan cada vez que busca ganarle en altura a los edificios de la ciudad humana, Pienso también en el grafiti insistente de la pared que de un tiempo a esta parte será pintada. O los huevos de gallina que mpas tarde que temprano serán secuestrados.

Sisifo está en todo. En vano sentimos lástima y se nos estrecha el corazón , pensando con falsa compasión en ese su dolor ajeno. Ninguna plegaria destierra las agujas del reloj que se repite en su vuelta.

Casandra

Las caras no se le confunde, pero las palaras si. Cree oir un claro y sonoro diálogo en guarani en medio de ese inconfundible portugués nordestino. Le quema en la memoria ese onomatopéyico fluir de expresiones y por un momento confunde la Aveida Garibaldi con el viaducto de Calle Última. También hace calor, también el transporte es malo, también hay rostros agobiados por la jornada laboral, también ella espera el amor al final del viaje en omnibus. También su amor mora distante, también el atardecer ahí es lindo. También siente culpa, también la sociedad es conflictiva. Le  asustan tantas similitudes y anuncios de una próxima nueva huida irrestricta

jueves, 9 de junio de 2016

pdp: A los soldados de Cristo


A los soldados de cristo

Que lamen mis heridas en la oscuridad
que poco entienden mis palabras
A los soldados de Dios
que me quieren con pelo largo
como extensión de sus deseos más oscuros
esos mismos deseos que yo tambien comparto
a viva voz para todos los vientos de las latitudes que nos juntan

A los soldados a la derecha del padre
que se latigan sonhando con más displina
con cumplir las leyes de mandatos milenarios
y descifran con poco exito la historia cifrada
entre mis manos y pensamientos

A los soldados enemigos
Que eligen el puerto extranjero para el descanso de cinco minutos
Que hacen una breve llamada
para bailan la danza dentro de la danza

A los doctrinarios que nos quieren calladas
que nos quieren
Que nos quieren suyas
que nos quieren
Que no nos hoyen
Que nos quieren
Que nos temen
Que nos quieren

A los soldados de dios
Que eligen mujeres partidas al doble exilio
de ser extranjeras
de tierras sagradas
y de anhelos perfectos

A los soldados herráticos
que gozan la carne enemiga
sin cuestionarse la frenética devoción
de sus anhelos más humanos

A esos soldados de Dios
que cada tanto
en medio de la guerra
nos reciben de brazos abiertos