Cuando se quemen todos los libros y la pesadilla de Ray Bradbury se torne realidad, cuando tanta sabiduría y fantasía ilustrada o no arda en las llamas de ese apocalipsis epistémico guiado por la no tan desacertada ficción que imagina a gobiernos fascistas quemando libros, los mejores memorizadores y contadores de historias serán los paraguayos. Entonces si, nuestra oralidad nos hará libres... entonces si, habrá valido la pena ser una cultura radicalmente oral, entonces si los perros van a arrasar con todo y se reirán de los catálogos ya perdidos de Harvard, Oxford, de las versiones regionales del CAPES brasilero o el infaltable CONACYT autóctono
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario