domingo, 6 de septiembre de 2009

III

Hablo incansablemente mientras vos procedes. El ritmo no se me atora ni atormenta a medida que vos vas avanzando con el ejercicio. Vos jadeas y siento un aliento caliente que me sacude el rostro. Pero mis palabras no se alteran, a pesar de que me salta tu cansancio ensima, a pesar de que me clavan tus dos costillas, a pesar de que no entiendo como armo el hilo de mis palabras…. a pesar de que mañana rindo estructura social y estoy algo preocupada por aprenderme lo que queda. El pelo estorba, mi pelo largo estorba, está super largo, como a vos no te gusta. Me tapa la cara, me tapa aasí las expresiones, tanto que ni yo las veo. No cierro el ojo, trato de buscar lo que se supone tengo delante. Algo me clava las manos, me clava las muñecas. Algo me habla al oido y me pasa la lengua. Algo me dice que debo dormirme, como hago siempre, que debo rendirme y tomarme una copa. Que me rezarás desde lejos, que me arroparás. Que soy tu reina, (che la reina ha la omanda) y me pondrás la corona de espinas. Que el culto al amor, es el culto de los enamorados, que yo soy de barro, barro de alfarero y por eso no podes dejar de pasarme las manos por todas mis esquinas, que el barro que tocas está humedo, inmaduro, asustado. Yo no me muevo, solo hablo.

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